El Tequila es una bebida única y excepcional como ninguna otra en el mundo. Es el fascinante producto de dos diferentes culturas. Por siglos, los habitantes del México pre-hispánico, solían beber el jugo fermentado del Agave con propósitos religiosos y curativos. No sabían de la fermentación, fue hasta que los españoles llegaron a México, que el jugo fermentado de la planta del Agave se destiló. Así fue como nació el Tequila en el siglo XVIII.
El Tequila está hecho de un tipo específico de planta de Agave: El Agave Tequilana Weber, de variedad azul. En México, hay diferentes variedades de la planta de Agave, sin embargo, el Tequila se obtiene sólo del Agave Azul. Otras variedades de la planta de Agave, son utilizadas para producir otras bebidas regionales como el mezcal, aguardiente, etc.
El Agave azul, necesita de ocho a doce años para alcanzar la madurez completa. Esto significa que para producir un Tequila Añejo, se necesitaron aproximadamente 16 años. Una vez que la planta es cortada y recolectada, desaparece para siempre, es decir, se necesita plantar una nueva para cosecharla otra vez, en un lapso de ocho a doce años.
Hay dos categorías básicas de Tequila: Tequila y Tequila 100% Agave. Para hacer el Tequila se necesita cosechar las plantas de Agave, cortar las hojas puntiagudas, y poner el centro o piña dentro de hornos para cocinar. Una vez cocinados, se extrae el jugo de la planta, se fermenta y después se destila. Y finalmente se envasa o se envía a añejar.
La ley que estipula cómo debe ser producido el Tequila, permite al productor usar 51de azúcares del Agave y hasta un 49% de azúcares de otras fuentes, para la producción del Tequila. Sin embargo, un Tequila 100% Agave, debe contener sólo jugos de la planta del Agave. La razón de esto, es que el sabor de la planta del Agave es tan fuerte y único, que se requiere mezclarlo con otros jugos o añejarlo, para hacer darle un sabor delicado.
Cada una de estas dos categorías básicas, puede a su vez clasificarse en: Tequila Blanco, Joven, Reposado o Añejo. Usualmente, un Tequila blanco, o Tequila 100% Agave, va directamente de la destilación a la botella. El Tequila Joven, contiene azúcar quemada y colorante artificial, para suavizar el sabor del Tequila Blanco. El tipo Reposado, de acuerdo a la ley, tiene que mantenerse en barriles de roble por un mínimo de dos meses, para obtener un sabor a madera. Además, la ley dice que el Añejo tiene que mantenerse en barriles de roble, como mínimo un año.
Cualquier Tequila añejado por un largo período de tiempo, tenderá a perder el sabor del Agave. Si se añeja por cinco o más años, se obtendrá un sabor a madera, pero sin encontrarse el sabor del Agave y probablemente se probará un bourbon o algún otro producto similar. Es por esto, que los productores tienen que encontrar un buen balance para sus tequilas Añejos.
En 1974, el gobierno mexicano decretó una declaración para la Protección de la denominación del origen del Tequila (DOT), afirmando que por su origen geográfico, reputación y cualidades específicas esenciales, el Tequila ha sido considerado como un distintivo geográfico de México.
Esto significa que México reclamaría el uso exclusivo, en el mundo entero, de la palabra "Tequila", y que sólo las bebidas alcóholicas hechas de la planta de Agave azul (variedad azul de Agave Tequilana Weber) que crece en el área oficial demarcada dentro de México, y bajo las reglas de la Norma Oficial del Tequila, pueden ser etiquetadas como "Tequila".
Como miembro de la Organización Mundial de Comercio (WTO) la Convención de París para la Protección de la Propiedad Industrial y otros Tratados Internacionales (NAFTA, Acuerdo comercial Europeo, etc.) México ha asegurado la producción de Tequila, como un producto exclusivo de México. El "Tequila" pertenece a México y sólo a México.
El gobierno Mexicano es el dueño actual del nombre "Tequila". Todo el que deseé infiltrarse en la producción del Tequila, debe obtener un permiso o licencia del gobierno mexicano, a través del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI).
El área oficialmente demarcada para la producción del Tequila, como se estipula en la Declaración de la Protección de la denominación del origen del Tequila (DOT), incluye todo el Estado de Jalisco y otras áreas específicas, dentro de cuatro estados: Nayarit, Tamaulipas, Michoacán y Guanajuato. De acuerdo con la ley, sólo en estas áreas se puede producir "Tequila". Sólo éstas áreas poseen el clima adecuado y las características del suelo, para el desarrollo de la planta del Agave azul.
La Norma Oficial del Tequila o Norma Oficial Mexicana (NOM) es la ley que establece cómo se tiene que producir, envasar y etiquetar el Tequila. Esto es conocido como "NOM-006-SCFI-1994 Especificaciones-Tequila-Bebidas Alcóholicas". Esta ley fue decretada el 13 de Agosto de 1997, para reemplazar la antes existente.
La NOM establece el estándar oficial de la identidad para el Tequila, Tequila 100% Agave y los cuatro diferentes tipos de Tequila: Blanco, Joven, Reposado y Añejo. Establece las especificaciones físicas y químicas del Tequila, así como las características del Agave que es utilizado en su producción. También incluye las reglas de su envasado y etiquetado.
Cada botella de Tequila, debe contener en su etiqueta un número de la NOM. La NOM, que representa a la Norma Oficial Mexicana, es el número asignado por el gobierno de México a cada uno de los productores, e identifica quién produce realmente esa botella de Tequila. Si no hay NOM en la etiqueta, debe de tenerse cuidado, pues probablemente no se trate de un Tequila auténtico.
El Consejo Regulador del Tequila (CRT) es la organización que ha sido acreditada por el gobierno mexicano, para inspeccionar y certificar que la producción, envasado y etiquetado del Tequila, se está llevando a cabo de acuerdo con la Norma Oficial del Tequila.
Fue fundada en 1994, bajo la iniciativa de la Cámara de los Productores del Tequila, como una organización privada, no lucrativa, para verificar y certificar el proceso de la producción del Tequila. Está integrada por productores de Tequila, cultivadores de Agave, envasadores, vendedores, y los representantes del gobierno mexicano.
Estructuralmente, la CRT está organizada en cinco ramas diferentes: verificación, certificación, asuntos agrícolas, control de calidad y administración. Para asegurar la integridad del Tequila y el cumplimiento de la Norma Oficial del Tequila, la CRT emplea un equipo de profesionales capacitados, que permanentemente llevan a cabo inspecciones en las fábricas, para verificar cada paso de la producción del Tequila.